domingo, 25 de octubre de 2009




LOS INCAS
Hace unos quince mil años fueron poblados los territorios que hoy ocupan Perú, Ecuador y el norte de Chile, a pesar de que no parecía ser un lugar propicio por contar con una costa desértica y una cadena montañosa muy cercana a ella.
Sin embargo el cultivo en terrazas en las laderas de las montañas permitió la adaptación y el crecimiento de plantas comestibles;además, la domesticación de la llama fue otro factor de permanencia.
Tanto en el altiplano como en las zonas costeras el riego era necesario y se inventaron técnicas para el regadío, con anales de piedra.
Ochocientos años atrás el pueblo de los incas, dirigido por Manco Capac, dominó a las otras poblaciones que ocupaban estas tierras y organizó un gran imperio al que se llamó Tahuantinsuyo, que en su idioma significa "las cuatro partes del mundo".
Numerosos dioses recibían la veneración de los incas, pero el pueblo reverenciaba sobre todo al Sol, a la Luna y a Illapa, que simbolizaba la reunión del rayo, el trueno y el relámpago, es decir los fenómenos vinculados a la lluvia.
Para adorar al Sol levantaron en la capital del imperio, Cuzco, la Casa del Sol, de paredes recubiertas de oro y plata.
La adoración al sol se extendía al Inca, el emperador, a quien se consideraba hijo del astro.
El Inca vivía en palacios suntuosos, rodeados de sus parientes, a quienes se llamaba "orejones" poeque se colgaban grandes discos de oro en las orejas.
El territorio se dividía en cuatro regiones, al frente de cada una de las cuales se encontraba un miembro de la familia del Inca. Se trataba de ampliar el imperio, conquistando poblaciones vecinas. Estas pasaban luego a tener los mismos derechos que las demás y podían conservar su idioma y sus propios cultos.
Las leyes eran rigurosas, tanto con respecto a los deberes como a los derechos: el trabajo era obligatorio, no había propiedad privada y se aseguraba a todos vivienda, alimentación, semillas y útiles de labranza que empleaban para plantar maíz, papa, boniatos, tomates, algodón y coca.
Uno de los trabajos colectivos era la construcción de fortalezas y templos con enormes piedras. Como no conocían la rueda ni tenían animales de tiro debían empujar esos bloques de piedra desde la montaña hasta las ciudades.
Otros trabajos eran la construcción de caminos y puentes para unir las ciudades del imperio. Por ellos corrían los chasques llevando los mensajes de una ciudad a otra.

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